Lo que Ocean’s 8 tiene que aprender del buen marketing
Dándole vueltas sobre qué era lo que exactamente no me había gustado, me di cuenta de que:
No hay emoción. Sobretodo las protagonistas, Sandra Bullock y Cate Blanchett, no me transmitieron nada y no logré conectar con ellas.
Transmitir emoción para conectar con las personas, con tus clientes, es fundamental si aspiras a dejar huella, a que te recuerden, si quieres que te tengan presente cada vez que necesiten algo que les puedas ofrecer tú. Esto es lo que yo llamo, buen marketing.
Es el que se consigue a través de técnicas no agresivas, de pull y no de push.
Se da por sentado que tus productos o servicios son estupendos y que cubren a priori la necesidad de tu cliente.
Entonces, ¿cómo conseguir diferenciarte y destacar entre otras muchas empresas que ofrecen lo mismo o similar?
Añadiendo emociones.
¿Y cómo lo hacemos en EB?, pues imaginando primero, y expresando después, lo que queremos hacer sentir a nuestro cliente cuando contacta con nosotras o contrata alguno de nuestros servicios.
Por ejemplo, somos rigurosas con nuestro trabajo, y cercanas a la vez. Cuando nos reunimos con el o la clienta para trabajar un nuevo proyecto o realizar una consultoría, intentamos que se sientan escuchados, atendidos y cómodos.
Creemos que cada proyecto, cada contacto telefónico, cada conversación, es una oportunidad para generar y mantener la conexión entre nosotros. De esta manera,
La eficacia de nuestro servicio trasciende, y abre paso a la conexión entre cliente y marca que logra perdurar en el tiempo, y que hace que nuestro cliente nos tenga presentes y nos recomiende. |
Así que a Sandra Bullock y a las demás colegas les diría:
Ser dura es totalmente compatible con transmitir algún sentimiento, alguna emoción, para lograr así conectar con tu público.